Podríamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te diría que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
exploradores que renuevan
el más antiguo acto del conocimiento.
Diría que amo tu piel y que mi piel te ama,
que amo tu escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mí
en un gozo seductor, palpitante, cautivador..
Diría también que amo tus ojos
que son limpios y que también me penetran
con vaho de ternura o de preguntas.
Diría que amo tu voz
sobre todo cuando me susurras poemas,
pero también cuando suenas serio,
tan preocupado por entender
este mi mundo tan ancho y tan ajeno.
Diría que amo encontrarte
y sentir dentro de mí
una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reírme
de la pura alegría de que existes y estás.
Podríamos discutir si es serio esto que te digo.
Si es una quemadura leve, de tercer,
segundo o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo sólo una simple frase afirmo y aclaro:
Te amo.
*.