Si tú eres la montaña,
yo soy la flor, el aire, la llanura,
la fuente limpia y pura,
el río que te baña..
la hondonada,
la cubierta y el paisaje..
el zafiro del cielo y la nube de encaje.
Todo y nada.
Tú eres lo duradero,
lo que persiste y queda, la verdad de las cosas.
Yo soy como las rosas..
doy mi perfume y muero.
Tú eres el titán
que a fuerza de constancia perforaste las rocas.
Yo soy una de esas vírgenes locas
que nunca saben donde van.
Inconstante y alada,
tan pronto rozo estrellas como me mancha el lodo.
Lo quiero siempre todo,
y nunca tengo nada.
Sí.. tú eres el más fuerte
y el más bueno quizás.
Tú sabes dónde vas.
Yo sólo voy donde quiere la suerte.
Nos encontramos un extraño día..
tú el hierro y la luz.
y nos unimos en una misma cruz
de poesía.
Si tú eres la montaña
que aguarda sin temor el vendaval,
yo soy la fuente de cristal
que florece en su entraña..
Y no puedes conmigo,
valeroso y profundo monte del Himalaya..
Para no sucumbir, necesitas que vaya
a sembrar en ti mi trigo.
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